sábado, 26 de marzo de 2011

Comunicado del Movimiento de la Juventud Popular Revolucionaria MJP, Contra la Agresión Imperialista contra Libia

 MOVIMIENTO DE LA JUVENTUD POPULAR REVOLUCIONARIA MJP

POR LA DEFENSA DE LA SOBERNAÍA DE LIBIA Y EN CONTRA DE LA INTERVENCIÓN MILITAR IMPERIALISTA.

Una poderosa alianza de fuerzas imperialistas compuesta por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, España, Canadá, Italia, Bélgica, con la complicidad de algunos estados árabes entregados a los yanquis; ha desatado en días recientes un feroz bombardeo contra el pueblo de Libia, usando como falsa excusa de su injerencia, la supuesta defensa de la democracia y de vidas humanas que ahora los mismos imperialistas destruyen con sus ataques aéreos.  Su meticulosa campaña de agresión se vale de la última resolución colonialista del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el caso de Libia, la cual fue impulsada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, y que fue facilitada en su aprobación e implementación con la abstención cómplice de la diplomacia rusa, china, brasileña e india, quienes sabían perfectamente de cuáles serían las consecuencias nefastas que acarrearía su cobarde decisión.

De esta forma, aparte de las diferencias de táctica que tuvieran las potencias respecto a la crisis Libia y su impacto en la geopolítica mundial y en la producción del petróleo, lo cierto es que dicha resolución de la ONU se convirtió inmediatamente en un instrumento de presión del capitalismo mundial en contra de un estado independiente, de cara al control de sus recursos petroleros y la supresión de los niveles de soberanía alcanzados tras los procesos de liberación nacional que en el caso específico que nos motiva, significó la Revolución Verde de Libia, desde la década de los 70 del siglo XX.

En el marco de la guerra civil que se desarrolla actualmente en Libia, es menester propugnar que la solución política al conflicto interno provenga de los libios, con apego al derecho de autodeterminación de los pueblos, en el entendimiento que bajo ningún concepto es aceptable ni legítima la intervención militar o invasión de fuerzas colonialistas gringas y de sus satélites de Europa o del Medio Oriente, y de la cual se pretenden aprovechar sectores de la oposición tradicional, monárquicos y liberales con locales en Washington, además de agitadores suministrados y apoyados en tierra por comandos elite occidentales, ahora auxiliados por la aviación de la alianza imperialista; mezcolanza empeñada en destruir los remanentes de la revolución y hacerse el reparto de las riquezas y del petróleo según el peso del invasor.

Los bombardeos han producido decenas de víctimas civiles y sobre el pueblo libio se blande la amenaza de una invasión para destronar al gobierno de Gadafi, destruir a las fuerzas armadas y a las huestes patrióticas, mediatizar a la oposición que se resista y asegurarse la instalación en Trípoli de un poder político de carácter colonial. Sin duda alguna, una estrategia de destrucción, de agresión, fascista, de subyugación histórica del proceso de liberación, de Libia y del llamado Tercer Mundo.

Estamos con quienes luchan valientes contra el agresor, que defienden su independencia nacional y que en nuestro nombre, levantan en lo alto la dignidad de los pueblos. Estamos más que convencidos que de producirse la invasión, como enseña la historia y justo como en Irak, Afganistán, Irán, Líbano y Pakistán, a la larga las fuerzas patrióticas, antiyanquis y anti occidentalistas de toda la región convertirán a las ciudades, desiertos y oasis de Libia, en dramáticas trincheras de combate y verdadera tumba de imperios.

VIVA LA UNIDAD NACIONAL E INDEPENDENCIA DE LIBIA

NO A LA INVASIÓN IMPERIALISTA

viernes, 11 de marzo de 2011

Mensaje del MJP en el Día Internacional de la Mujer

DEL MOVIMIENTO DE LA JUVENTUD POPULAR REVOLUCIONARIA, MJP,
EN CONMEMORACIÓN DEL 100 ANIVERSARIO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Asistimos a una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, establecido así por la Organización de las Naciones Unidas y que en un principio, fue dedicado exclusivamente a la mujer obrera, por acuerdo de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, y debido a una propuesta de la comunista alemana Clara Zetkin, evidenciándose así el profundo origen clasista y revolucionario de la fecha, cuando las mujeres de los países capitalistas hegemónicos hacían sus luchas por mejores condiciones de trabajo, por el derecho de sindicalización, la igualdad de salario, las prerrogativas de la maternidad infantil, así como el no trabajo de la niñez, todas reclamaciones de hondo carácter social e innovador tomando en cuenta las condiciones de explotación a las que eran sometidas las trabajadoras y los trabajadores en la revolución industrial y el auge del imperialismo.  

En regiones altamente populosas del mundo contemporáneo, principalmente del subdesarrollado, millones de mujeres viven en condiciones de esclavitud económica y en los avanzados países capitalistas dominantes, cunden las redes de tráfico de mujeres y de explotación sexual, ante la pasividad de muchos gobiernos, los cuales se alimentan de la corrupción y de la mafia.  En estas sociedades, de supuesto progreso material y esplendor, la mujer es enfocada por sectores económicos pudientes transnacionales como un objeto de publicidad y de mercancía, lo que es deplorable y a todas luces inmoral.

En Panamá y en gran parte del mundo la mujer sufre en carne viva y con gran estoicismo diario, los efectos del capitalismo y el neoliberalismo, que a diario las somete a la más difícil condición de miseria económica, a la vez que se erigen en el soporte básico del hogar, responsable único en muchos casos de su subsistencia y de la formación de sus hijos e hijas.

Pero grandes también han sido los logros obtenidos tras más de 100 años de lucha, gracias a las mujeres de todos los países organizadas sindical y políticamente, acompañadas en su camino de hombres solidarios, concientes, de la necesidad de la igualdad y el respeto de los derechos de la mujer como persona humana y en tanto género. El voto de la mujer, ejercido hoy en la mayoría de los países del mundo, fue desde la Revolución Francesa una consigna de las mujeres al grito de libertad, igualdad y fraternidad. 

La participación moderna de las mujeres en el desarrollo de la sociedad es indiscutible, su inserción de a pulso no ha sido fácil y ha ganado terreno en todas las actividades inherentes a la dinámica social, en la política, la educación, la salud, la cultura, la comunicación, la economía, etc.  Igualmente, ha sido fundamental el papel de la mujer en la liberación nacional y descolonización de los países subdesarrollados, su contribución a la lucha y a la edificación del progreso ha sido y sigue siendo enorme, igualmente, en la construcción del socialismo, en la democratización de las formaciones sociales y en la lucha contra dictaduras y fascismos, con una tenacidad característica de cuando se compromete a fondo en una tarea y en la defensa de aquello que considera humanamente correcto.

En consecuencia. la lucha por los derechos de la mujer es un componente ineludible del programa de transformación revolucionaria, y así como el combate a toda forma de discriminación, es una lucha de todos los revolucionarios y de todas las revolucionarias por la igualdad social, vulnerada desde hace siglos por arraigados y estructurados prejuicios patriarcales y discriminatorios basados en la exclusión de cara a la preservación del poder político y de la riqueza patrimonial en pocas manos, y solo con la revolución socialista y la fiel práctica de su prolífico mensaje de emancipación y unidad proletaria, de transformación radical del sistema y de la psicología social, será que entonces por fin conseguiremos abrir el portón a una era de redención nunca antes vivida por nuestra especie.

FELICIDADES A TODAS LAS MUJERES Y SIGAMOS EN LA LUCHA